
24 Ene Más Allá de la Asociación y la Membresía – La Comunidad AMMEV
No es fácil ser el rebelde o el pez que va contracorriente; aunque esto puede sonar muy emocionante, cuando eres médico y estudiaste bajo una escuela de pensamiento completamente científico y eres el pez que salió de la pecera a explorar, el océano puede ser un lugar muy solitario y lleno de rechazo por peces que llevan años de experiencia clínica.
Si eres un profesional de la salud y alguna vez te has sentido así, FELICIDADES, por tomar un riesgo, por atreverte a sentir, ver y vivir la medicina y el bienestar de manera diferente.
Diferente no es malo, es crear otra perspectiva o varias perspectivas para poder entender la enfermedad, el cuerpo, los síntomas, la mente, las emociones y al ser humano con el mayor entendimiento posible para poder conectar con aquella persona que pide tu ayuda.
Los pacientes son el regalo más sagrado que nuestra profesión otorga, y es que el tener a un alma enfrente de ti, abriéndose a un nivel tan íntimo, confiando en tus palabras es de lo más delicado/hermoso que uno como profesional e incluso como ser humano puede experimentar. Y es este momento clave en el que no solo una enorme responsabilidad cae sobre nosotros, pero mas que eso es una ventana de oro para poder compartir y conectar con esa persona en un momento de búsqueda, de fragilidad quizás o de desesperación y vulnerabilidad en el que absolutamente cada palabra que salga de mi boca puede afectar positivamente o negativamente la salud de esa persona, y que queda de esa persona si no tiene salud si fue lo que vino a buscar de mí.
Entender este concepto y vivirlo en propia piel no es característica de mercado que encuentras en cualquier profesional de la salud que te topas, es una cualidad única que se lleva dentro del profesional de la salud, es una especie de chispa interna que de pronto sale en la consulta al estar dos personas hablando sobre la salud uno buscándola y otro tratando de brindarla. Para algunos esa chispa se siente presente desde joven y sus caminos a la salud son un arcoíris hermoso con un enfoque sobre una salud holística e integrativa, otros tardamos años cayendo en rechazos, dolor, preguntas existenciales, hasta que tenemos un encuentro con un personaje u experiencia el cual nos destapa esa chispa y bum, de pronto tu vida conecta con tanto más. De pronto no es tan necesario pedir tantos laboratorios, de pronto no es tan necesario la intervención que pensaba que era indispensable; me doy cuenta que era ofrecer más tiempo de consulta para que salieran las lágrimas más profundas de ese corazón que pedía a gritos un hombro para llorar y que su dolencia se manifestaba en enfermedad, me doy cuenta que el ofrecer herramientas como la meditación, autoconocimiento y pasar más tiempo en familia y menos en el trabajo hicieron de mi paciente un milagro que ningún tipo de medicamento fue capaz de solucionar.
Que afortunados somos los que hemos tenido esta experiencia y vivimos practicando esta medicina de vida y experiencias y herramientas día con día, pero aún más afortunados los que en ese mar en donde sentía tanta soledad y aislamiento, pensando por años que era un pez rebelde y sin causa de pronto te encuentras con un banco de peces hermosos, de todos colores, tamaños, edades y especialidades e historias, juntos, gozando y sonriendo.
Te preguntas cómo es que son tan felices si son unos rebeldes sin causa y es que la respuesta está en que cuando estás en comunidad, todo es más fácil y agradable, y al sumarse más peces te das cuenta que hay miles de peces rebeldes hermosos como tú en el mar con los cuales conectas. Vas encontrando historias que te conmueven y te hacen sentir en familia, compartes pacientes que ves salir de enfermedades y entonces lo que se comparte ya no es un paciente si no algo más profundo, una sensación de satisfacción compartida, en equipo; y es que cuando la medicina se convierte en un deporte de equipo, absolutamente todos los logros se comparten y se celebran y esto alimenta el alma y el propósito de sanar y seguir apoyando a sanar.
La AMMEV es el banco de peces que hoy me llena de conocimiento, y me abrazan especialistas con los que jamás pensé tener el honor de trabajar mano a mano para tratar a pacientes de manera integrativa, un congreso en donde cada plática enriqueció mi mente y alma de sanador…

Pero lo que más valioso me ofrece la AMMEV son las personas tan valiosas que me llevo como amistades y colegas, con las que comparto más que el título de ser médico o profesional de la salud, comparto una visión practicando una medicina para el estilo de vida, del día a día del ser humano, previniendo, fortaleciendo y aprovechando al máximo su cuerpo y su salud, practicando una medicina universal.
Para unirte a esta increíble comunidad en búsqueda de revolucionar el sistema médico en México y generar salud, únete como miembro y sé parte de este movimiento.
Artículo escrito por la Dra. Majo Álvarez, miembro fundador de AMMEV, especialista en acupuntura y medicina China Tradicional.
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